– Hijo mío, eres Scout. ¿Sabes lo que es un Scout?

– Un explorador, un guía Señor.

– Un explorador, un guía. ¿Sabes la historia de aquel ciego que quería guiar a otro ciego? Ambos cayeron en un hoyo y perecieron.

Señor, si Te dignas guiarme, no me sucederá esa desgracia.

– Tienes razón de invocarme: soy el primer guía, el primer explorador.

Soy no solamente el guía, sino el Camino.

No solamente el explorador, sino la Luz.

Y el que me sigue no anda a oscuras.

Sígueme, y verás claro.

Sígueme, y tu linterna iluminará a tus hermanos Scouts.

Sígueme, y haré de ti un Scout, es decir, un iluminador de hombres.

Como lo fueron los jóvenes de Galilea que se llamaban Santiago y Juan, Pedro, Andrés y Felipe, y los demás que formaron mi primera patrulla…